Intento sacar de mi
algo de bilis que me atraganta
Suelto con mucho
esfuerzo
(para no salpicar)
algo de tensión,
incertidumbre,
angustia de la
existencia
para evitar reventar
yo solo
inerme
la lluvia se lleva
poco a poco
algo de pena algo de
rabia
como quisiera que me
mojara no solo la piel
si no también el alma
si pudiera meter mi
mano
hasta dentro del
talón y darle la vuelta a todo el cuerpo
y con la lluvia
limpiarme
lavarme todo
desde bien adentro
limpiar las tripas
profundamente
con alcohol o con
cenizas
cenizas de todo
aquello
que quemé una noche
cualquiera
que me tomó por
sorpresa
traicionera y vana
más traicionera y
miserable
que ninguna otra
más ingrata y
vengativa
que tripulación
pirata
más miserable que
aquel
que puede juzgar a
otro por robar un mendrugo de pan
noche fugaz y cobarde
que corre como el
criminal tras el refugio
que corre como perro
rabioso
no dejando más que
dolor y enfado
desesperanza y tibios
deseos
de mucho rencor y
venganza
o por lo menos de olvido.
II
La lluvia me recuerda
tus besos
Tus besos y tus
abrazos en una noche cualquiera
Con tu sonrisa
tranquila
Bajo un cielo sin
estrellas
Casi sin brisa pero
con brillo
Noche inmortal
De corazones
inquietos
De luz
de sal
de sol
y de Esperanza.
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